Urgencias del Pta. de Hierro

Ayer volvimos a urgencias con Xergio. Pero tranquilos que no pasó nada. Su neurólogo estaba de guardia y como tiene su agenda colapsada utilizamos la tarde para pasar a verle y que viera a Xergio de nuevo después del verano.

Volver a urgencias con Xergio fue un momento especial para nosotros. Xergio ha ido ya muchas veces, pero lamentablemente la mayoría ha entrado en mis brazos en estatus (un estatus es una crisis epiléptica que no para y que puede durar horas). Resulta que Xergio es muy conocido en urgencias, pero por la página de Facebook. Ayer llegamos y vimos a Ángel, que es fan de la página de Xergio y nos comentó que este verano subió con Mario a una montaña y que la próxima vez que lo hagan llevarán una camiseta de Xergio. Mario también trabaja en urgencias. Son gente especial.

Al estar en urgencias los malos momentos venían a nuestra cabeza, pero también recuerdo las primeras interacciones con el personal de urgencia. Interacciones llenas de humanidad y cariño. En el primer estatus de Xergio, cuando estaban con él intentando sacarle de la crisis, Raquel que estaba de urgencias salía cada cinco minutos del box vital para contarme lo que estaban haciendo. Cuando le pararon la crisis me dijeron que pasara con él, Mario incluso llego a traerme una silla para que pudiera sentarme. Parece poca cosa, pero es un gesto de humanidad que nunca olvidaré. No nos conocían, éramos extraños, pero no les importaba, nos trataron de forma especial.

Y los pequeños gestos califican a las personas. En las urgencias del Pta. de Hierro de Majadahonda nos hemos encontrado un equipo sanitario increíble pero sobre todo nos hemos encontrado gente excepcional. Ayer Xergio estuvo correteando un buen rato por los pasillos y tengo la certeza de que fue así gracias al trabajo que ellos han hecho.

Sin lugar a duda ellos son los primeros héroes que Xergio ha encontrado. Ángel, Mario, Raquel, Julián, Mayte, imposible nombrar a todos. Amigos, tenéis la inmensa suerte de tener un trabajo fascinante, duro y quizás poco gratificante.

Queremos que sepáis que nosotros dormimos más tranquilos sabiendo que vosotros estáis ahí. Y en un mundo de oscuridad vosotros sois un rayo de luz.

¡Gracias de corazón!